Ángel Corcóstegui, nuevo profesor ad honorem de Caminos UPM

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid ha nombrado profesor ad honorem al ingeniero Ángel Corcóstegui, una decisión orientada a fortalecer el área de administración y dirección de empresas.

Nacido en Bilbao en 1951, Corcóstegui es un profesional de larga y exitosa trayectoria en el sector de la banca. Fue consejero delegado y primer vicepresidente de Banco Santander, donde supervisó la fusión entre el banco y Banco Central Hispano en 1999, miembro del Consejo y director general de BBVA de 1987 a 1994 y socio fundador de Magnum Capital, la firma de capital riesgo dedicada en exclusiva a la Península Ibérica.

“Es un verdadero honor para mí, no tengo palabras para agradecer que me hayan nombrado profesor ad honorem -sostuvo Corcóstegui tras conocerse la noticia-. Estoy al servicio de la Escuela de Caminos y haré lo que necesiten. Creo que puedo ayudar con la orientación profesional, colaborar con los estudiantes para que puedan ver las oportunidades que hay en el mercado”, señaló.

“Creo que puedo aportar mucho desde el perfil de ingeniero-banquero, de alguien que ha tenido aciertos y errores, pero que también ha peleado mucho y ha tenido varias vidas. He dejado la piel en el trabajo. Si puedo a transmitir esa disciplina, esa metodología, esa actitud de no tener miedo a los desafíos, creo que será suficiente”. 

Corcóstegui admite que le gusta definirse como “ingeniero-banquero”: “Es que mi vida ha sido así. Soy un enamorado del mundo académico, de la ingeniería. Me encantaba dar clases, investigar… Disfruté mucho de la tesis doctoral. Y luego vinieron veinte años de banca. He tenido siempre vocación de ingeniero y de banquero. Después he sido veinte años empresario con un emprendimiento propio y he disfrutado muchísimo. En esa etapa gestionamos con mis socios más de cien empresas de diferentes sectores. Creo que puse un granito de arena en el desarrollo de la economía ibérica”.    

Corcóstegui se graduó en la Escuela de Caminos de la UPM y después continuó su formación en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania. Allí hizo un Máster en Economía y se enamoró de la econometría. “Nunca me vi como un ingeniero de obra o de diseño de proyectos -ha revelado-. Me gustaba mucho más la parte de gestión empresarial”.  

También fue convocado para trabajar como profesor ayudante en la Universidad de Stanford, que tiene un área de negocios y finanzas muy potente. De ahí saltó a Wall Street. Protagonista de la creación del actual BBVA, producto de la fusión a fines de los años 90 del Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, Corcóstegui fue en esa época uno de los tres directores generales del banco, el más joven, de hecho, y tenía en aquel momento una idea clara del rumbo a seguir: “Era necesario hacer un banco más grande, más sólido, con más músculo. Salir al exterior, diversificar productos, diversificar áreas de negocio, entrar al mercado de capitales”, ha detallado. 

Ahora se suma como profesor ad honorem en la Escuela de Caminos, que hoy tiene el Doble Grado en Ingeniería Civil y Territorial y Administración y Dirección de Empresas (ADE). “La iniciativa de este Doble Grado me parece espectacular -ha apuntado Corcóstegui-. Fue un reto que asumió el anterior Director de la Escuela, Francisco Javier Martín Carrasco, y que el actual Director, José Miguel Atienza Riera, también está impulsando. Los ingenieros de caminos de la UPM tenemos una formación académica muy sólida, pero nos faltaba un poco de visión global, de visión del mundo, de conocer otras áreas de la economía. También es muy importante aprender a comunicar. Eso lo vi muy bien en Estados Unidos, donde se comunica diferente que en España. Está bien para un ingeniero dominar los métodos cuantitativos, pero también es bueno ser menos endogámicos, abrirse al mundo, aprender más inglés… Hoy en el MIT hay cursos de humanidades. Hay que seguir esa línea, ampliar el horizonte”.

Para Corcóstegui, “graduarse en ingeniería de caminos es un buen pasaporte para cualquier cosa que uno quiera hacer en la vida. Sirve para conocerte a tí mismo, para analizar tus fortalezas, para ver adónde quieres llegar, qué quieres hacer y qué valores tienes -ha destacado-. Los ingenieros de caminos somos de poco atajo, somos más bien de pico y pala, de esforzarnos. Yo he estudiado geotecnia, geología, estructuras y ferrocarriles, pero también pude dirigir una gestora de inversiones internacional. No hay que tener miedo, insisto. Lo que les diré a los estudiantes es esto: ‘El mundo es tuyo. Elige lo que quieras hacer’. Todo depende de uno mismo, del sitio al que se quiera llegar. Pero siempre sin atajos, con disciplina, con esfuerzo”. 

El nuevo profesor ad honorem de la Escuela de Caminos ha insistido en subrayar que “del error se aprende” y ha recomendado la formación constante y la actualización de los conocimientos. “Yo estudio todas las semanas temas relacionados con inteligencia artificial y blockchain, por ejemplo. Me pregunto hacia dónde va todo eso, estoy atento. Recuerdo que cuando Internet dio sus primeros pasos yo estaba en el sector bancario. No sabía cómo se iba a aplicar e integrar Internet al mundo de la banca, pero estaba seguro de que eso iba a ocurrir. Y  hoy el teléfono es una oficina y las reuniones se hacen en remoto. Es algo normal. Por eso conviene estar siempre preparado para lo que viene. No has terminado cuando te recibes. En realidad ese es el comienzo. De ahí en adelante es formación continua. El que no entienda está perdido”.  A la hora de elegir un consejo para los futuros ingenieros, Corcóstegui ha señalado como muy importante “conocerse a sí mismo, ver lo que uno quiere hacer, entenderse”. Para tener grandes responsabilidades, es muy necesario el esfuerzo, ha recalcado el nuevo profesor de la Escuela de Caminos. “Para llegar a un puesto de mucha responsabilidad hace falta método, disciplina. Y eso es algo que sin dudas entrega esta Escuela. Les digo a los ingenieros de caminos que no le tengan miedo a nada porque nuestra formación es inmejorab