Rafael Morán. Premio UPM “Patente con mayor impacto en la sociedad”
Recibe este Premio Rafael Morán, profesor en el departamento de Ingeniería Civil: Hidráulica, Energía y Medio Ambiente de la ETSI. Caminos, Canales y Puertos, por la patente “Pieza prefabricada de hormigón con sistema de drenaje y aireación para protección frente a la erosión por corrientes de agua (ACUÑA)”. Esta patente concedida en mayo de 2017, mejora la seguridad de las presas.
Hablamos con Rafael Morán quien nos describe esta Patente y nos comenta sus impresiones sobre este Premio:
¿Podría describirnos brevemente esta Patente?
La protagonista del premio concedido es la patente que hemos denominado ACUÑA, que consiste en una pieza prefabricada de hormigón en masa reforzado con fibras para la protección de presas de materiales sueltos, balsas y diques fluviales. Estas piezas, una vez colocadas de forma solapada sobre el material potencialmente erosionable, forman una coraza protectora que permite evitar los daños debidos a la erosión provocada por el vertido accidental de agua sobre este tipo de infraestructuras. En el caso de las presas de materiales sueltos y diques fluviales, el vertido accidental por coronación, denominado habitualmente como sobrevertido, es la principal causa de averías graves y en algunas ocasiones provoca roturas de consecuencias catastróficas.
¿Qué significa para usted este Premio concedido por la UPM?
Es un reconocimiento al trabajo realizado por mi compañeros del grupo SERPA, grupo de investigación liderado por el profesor Miguel Ángel Toledo, en el que desarrollo mi actividad de investigación desde hace casi 15 años en la Escuela de Caminos. En este caso particular, por la exigencias de la convocatoria y, en mi opinión, de forma algo injusta, el premio se concede a una única persona, pero, en realidad, es un trabajo colectivo de muchas personas e instituciones (UPM, CIMNE y PREHORQUISA, esta última, la empresa que se encarga de su fabricación y comercialización) que llevamos mucho tiempo trabajando en esta temática y que merecerían también esta distinción.
¿Qué repercusión cree que tendrá este Premio en su trayectoria profesional?
Lo cierto es que no tengo una idea clara de lo que puede representar. No cabe duda de que constituye un mérito importante que me ayudará a optar a un mejor perfil académico como personal docente e investigador de la UPM pero, lo que más me ilusionaría, es que este premio ayudara a que la pieza se use para que nuestras presas, balsas y diques fluviales sean cada vez más seguros y que se puedan paliar los graves daños que cada año sufrimos en nuestro país (y en el mundo) debido a las inundaciones por grandes avenidas, desgraciadamente cada vez más frecuentes por los efectos del cambio climático.
¿Qué podríamos destacar dentro de su actividad docente y que le ha llevado a esta distinción?
Lo más destacable quizá sea el afán personal por seguir aprendiendo acerca de nuevas tecnologías que incrementen los niveles de protección de infraestructuras hidráulicas críticas como son las presas, las balsas y los encauzamientos. Hay que tener en cuenta que nuestros alumnos seguramente no van a tener muchas oportunidades de participar en nuevos proyectos constructivos de grandes presas, pero van a ser los responsables de mantener las infraestructuras y vigilar su estado para que continúen en funcionamiento en las mejores condiciones de seguridad y fiabilidad. A mi juicio, las tecnologías de protección frente a vertidos accidentales pueden ser una herramienta muy útil para conseguir estos objetivos y debemos empezar a formar a los futuros ingenieros para que las conozcan y las puedan aplicar en las mejores condiciones posibles.
¿Cuáles son los proyectos que tiene pensado realizar en los próximos años?
En la actualidad estamos trabajando dentro del Club Europeo de ICOLD en un grupo que estudia los efectos del sobrevertido sobre presas y diques, así como las tecnologías de protección para tratar de evitar los daños asociados en estas situaciones. Esta actividad nos permite estar en contacto con los mayores especialistas a nivel mundial e intercambiar experiencias y conocimiento. Mi intención es continuar con la línea de investigación sobre protecciones, ampliando el conocimiento con nuevas tecnologías muy prometedoras, como por ejemplo el uso de capas de protección formadas por material suelto cementado. Para ello, en la actualidad disponemos de una herramienta muy potente: una instalación experimental de ensayos hidráulicos en campo, única en el mundo, que permite someter a las protecciones a condiciones de funcionamiento similares a las de un caso real. Creo que, si aprovechamos bien esta instalación, podemos conseguir resultados que pueden ser muy relevantes en los próximos años.