Miguel Aguiló: El mejor ejemplo de Ingeniería Civil en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Miguel Aguiló: El mejor ejemplo de Ingeniería Civil en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Madrid, 19 de enero de 2024 – En un evento que marca un hito en la historia de la Ingeniería Civil y las Bellas Artes, la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) celebra con gran entusiasmo y orgullo la incorporación de uno de sus miembros más ilustres, el Profesor Emérito Miguel Aguiló, como académico en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Esta distinción no solo resalta la carrera excepcional de Aguiló sino que también simboliza un reconocimiento de la Ingeniería Civil en el ámbito de las Bellas Artes.

La carrera de Miguel Aguiló se ha caracterizado por su constante búsqueda de la integración entre la funcionalidad técnica de la ingeniería y la sensibilidad estética de las artes. Su nombramiento como académico en una institución tan prestigiosa como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando representa un avance significativo en la apreciación y entendimiento de la Ingeniería Civil como una disciplina que trasciende la mera construcción, alcanzando la esfera del arte y la cultura.

Durante la ceremonia de toma de posesión, Aguiló ofreció una serie de reflexiones que resumen su filosofía y visión sobre la Ingeniería Civil. Habló con pasión sobre la importancia de entender la ingeniería no solo como una práctica técnica sino como una forma de arte que cuida y da forma al territorio en el que vivimos. Presentó una visión en la que la ingeniería y el arte no son entidades separadas, sino complementarias, cada una enriqueciendo a la otra.

Refiriéndose a las palabras de Pier Luigi Nervi, Aguiló subrayó la antigüedad y la importancia de la construcción en la historia de la humanidad, destacando que la ingeniería es un reflejo de las capacidades y el nivel de civilización de un pueblo. Esta perspectiva histórica aporta una nueva dimensión a la comprensión de la ingeniería, colocándola como una práctica fundamental en la evolución cultural y social.

El Profesor Aguiló también se sumergió en el debate filosófico sobre la relación entre utilidad y belleza en la creación artística y técnica, citando a pensadores como Gottfried Semper y Alois Riegl. Estos conceptos permiten una interpretación más profunda de la ingeniería civil, no solo como una disciplina orientada a la solución de problemas funcionales, sino también como una forma de expresión artística y cultural.

Además, Aguiló plasmó en su disertación las ideas de Schopenhauer, utilizando sus reflexiones para ilustrar cómo la percepción del tiempo y la realidad puede influir en la práctica de la ingeniería civil. Estas consideraciones filosóficas ofrecen una nueva lente a través de la cual los ingenieros pueden contemplar su trabajo, no solo en términos de la construcción física, sino también en su impacto y legado cultural y social.

El ingreso de Miguel Aguiló en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando es un poderoso recordatorio de que la ingeniería, en su esencia, es una forma de arte y un acto de creación cultural. Su mensaje «Cuidar la tierra y rehacer el mundo» no solo es una llamada a la acción para los ingenieros actuales y futuros, sino también una invitación a repensar la forma en que vemos y valoramos las contribuciones de la ingeniería en nuestra sociedad.

La Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y la Universidad Politécnica de Madrid se enorgullecen de contar con figuras como Miguel Aguiló, cuya visión y trabajo continúan inspirando a generaciones de ingenieros y artistas. Su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando no solo es un honor para él y para la institución, sino también un puente que une mundos aparentemente dispares, demostrando que en el corazón de cada gran obra de ingeniería, hay arte esperando ser reconocido.