Bienvenida a los estudiantes de Ingeniería de Materiales

Bienvenida a los estudiantes de Ingeniería de Materiales

Queridas y queridos estudiantes:

Dejadme comenzar con la palabra que mejor resume este momento: enhorabuena. Hoy, cuando aparecen vuestras iniciales en la lista de admitidos, se inicia una travesía intelectual y humana que muy pocos emprenden. Habéis optado por la Ingeniería de Materiales en la Escuela de Caminos de la UPM y, con ello, por un territorio donde la ciencia de lo diminuto se convierte en la palanca de lo inmenso. Entre las más de tres mil personas que conforman nuestra comunidad, 107 os incorporáis este año — 91 al grado y 16 al Programa Académico de Recorrido Sucesivo— después de superar unas notas de corte que se sitúan en 9,561 y 10,728 respectivamente. Detrás de esos números se esconden horas de estudio y una decisión valiente: dedicaros a la disciplina que imagina, modifica y reinventa la materia con la que se construye el futuro.

No habéis elegido un refugio convencional; habéis elegido un lugar de preguntas. ¿Cómo lograr que el hormigón capture dióxido de carbono en lugar de emitirlo? ¿De qué manera se imprime una prótesis que se integre en el hueso sin rechazo alguno? ¿Qué aleación soportará las temperaturas extremas de un reactor de fusión? En nuestros laboratorios — espacios que van de la microscopía electrónica a la impresión 3D — estas cuestiones dejan de ser hipótesis para convertirse en experimentos reales, guiados por los mejores profesionales cuyo compromiso combina la docencia pública con la investigación de frontera.

Permitidme una breve reflexión sobre las cifras que os acompañan. Las notas de corte —9,561 en el grado y 10,728 en el PARS— no son trofeos ni barreras; son únicamente el termómetro de la confianza que la sociedad deposita en esta titulación. Que sigan creciendo, aun en un contexto general de descenso en la EBAU, confirma que el interés por los materiales avanzados va en aumento y que las familias, los centros de secundaria y las empresas reconocen ya la relevancia estratégica de la disciplina.

Mirando hacia adelante, el futuro de la profesión se perfila tan amplio como exigente. La transición energética, la economía circular, la medicina personalizada o la computación cuántica dependen de materiales capaces de almacenar, proteger, conducir o regenerar con mayor eficiencia. Quien domine esa ciencia —la que sucede a escala atómica y acaba incidiendo en la escala global— desempeñará un papel clave en los próximos desafíos tecnológicos y ambientales. Vuestra formación, eminentemente práctica y sostenida por una investigación de vanguardia, os situará desde muy pronto ante problemas reales, laboratorios completos y redes internacionales de colaboración.

Como titulación, nos comprometemos a ofreceros el acompañamiento académico y humano necesario para que desarrolléis curiosidad rigurosa, criterio técnico y sentido de servicio. De vosotros esperamos ambición, constancia y una ética profesional que ponga el conocimiento al servicio del bien común.

Bienvenidas y bienvenidos a una aventura que no termina en el aula sino que se proyecta en los proyectos de mañana. Contad con nosotros en cada paso del camino.

David A. Cendón

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *