Los 100 años de Oficemen y su estrecha relación con la Escuela de Caminos de Madrid

Los 100 años de Oficemen y su estrecha relación con la Escuela de Caminos de Madrid

Oficemen, la agrupación de fabricantes de cemento de España, cumplirá 100 años en noviembre de 2025. Es la patronal industrial más longeva del país. Y ya ha empezado a celebrarlo con la presentación de un libro, un sello de correos y un vídeo que recogen el legado de su siglo de historia.

Su relación con la Relación con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid es muy estrecha y tiene una larga historia. “Tenemos varios profesores de la Escuela de Caminos en la Asociación -explica Aniceto Zaragoza, Director General de Oficemen-. Hay una simbiosis muy interesante porque lo que nosotros necesitamos en relación a la generación de conocimiento viene en buena medida de la Universidad y de manera muy destacada de la Escuela de Caminos. De hecho, el primer director de la Asociación era también profesor de la Escuela. También existe un vínculo muy fuerte con los estudiantes porque ellos también necesitan estar al día con lo que ocurre en el sector”.

Zaragoza dice que entró a la Escuela de Caminos y no volvió a salir de ella. “Terminé la carrera y muy pronto me incorporé como profesor -cuenta-. Mi aportación es tratar de ser un hilo conductor de la realidad del sector. Creo que eso genera valor para los alumnos. Para mí la Escuela ha sido muy importante porque el mundo de la empresa está lleno de cosas positivas, pero también de bajezas. Y en el mundo universitario, en cambio, los estudiantes aportan una mirada limpia, fresca. Me produce una gran satisfacción personal cada vez que en un aeropuerto o en un restaurante alguien me reconoce y me dice ‘Aniceto, he sido alumno suyo y me acuerdo de las clases de Transporte’. Para mí eso es como si me hubiese tocado la lotería. La posibilidad de influir positivamente en la vida de un estudiante es maravillosa”.

Hoy se consumen anualmente en España 15 millones de toneladas de cemento, a lo que debemos añadir la labor exportadora de nuestra industria. “Seguimos estando entre los líderes europeos -informa Zaragoza-. Pero con las políticas de lucha contra el cambio climático las exportaciones han perdido mucha competitividad. Tenemos que ir volviendo a equilibrar esta situación. Hay países que no tienen restricciones medioambientales para la producción, entonces competir con ellos se vuelve muy difícil. Hoy, el cemento (en su transformación en hormigón) es el producto más consumido de la Tierra después del agua. Y China produce más de la mitad del cemento de todo el mundo. Hay también otros grandes productores en Asia, y es muy fuerte Turquía. Pero tienen  legislaciones distintas que España”.

Oficemen tiene una hoja de ruta de descarbonización muy ambiciosa para

disminuir la emisión de CO2 en la producción de cemento. “Para producir cemento es necesario fundir minerales. Se genera un magma para provocar las reacciones químicas necesarias. Por ende, consumimos mucha energía. El camino es la transformación tecnológica hacia las energías verdes y la captura de CO2 como una tecnología imprescindible. Hay que avanzar en ese sentido”.

Oficemen representa a los productores integrales de cemento, los que están en toda la cadena de valor: van a la montaña para coger caliza, arcilla y todos los componentes minerales necesarios para producirlo. Los llevan a un horno para hacer clínker y le añaden otros componentes para llegar al cemento y hormigón.

Hoy hay nueve empresas españolas que se dedican a este proceso de producción integral y unas 40 mil personas empleadas en el sector y su cadena de valor.

“El cemento es un producto del presente y del futuro, no del pasado -asegura Zaragoza-. Tengamos en cuenta que de aquí al 2050 se va a construir una ciudad como Nueva York por mes. Y eso es inconcebible sin cemento. Es bueno estar preparado para lo que viene”.

En cuanto a la situación de la obra pública en España, Zaragoza opina que “es necesario crear conciencia en la sociedad y la clase política de cuál es la situación actual”. Según su análisis, cada año que pasa se pierde en el país el 2% de lo construido y sólo una parte se restituye. “Las obras públicas duran mucho, pero no son eternas”, sostiene el director de Oficemen.

“Es lógico pretender, como mínimo, mantener el stock construido para no tener las sorpresas que ya han experimentado otros países. Estados Unidos, por ejemplo, no dedicó atención a sus puentes durante muchos años y después tuvo que revisarlos todos juntos. Creo que es necesario un pacto por la obra pública del país para mantener el stock en buenas condiciones. No es serio decir que no pasa nada porque sí está pasando. Lo que no hagamos hoy tendrá consecuencias. Y también habría que pensar en un pago por el servicio que la sociedad recibe. Tenemos asumido que pagamos el agua o la electricidad y no hay ninguna revolución social por eso. Pero no se paga para cubrir los gastos de las carreteras. Se abren debates políticos interminables que entran siempre en la zona de lo sentimental y no de lo racional. Deberíamos tener este debate, deberíamos hacer una aproximación científica y económica de cuáles son las necesidades permanentes y a partir de allí planificar”.

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