Manuel Romana. Premio UPM “Ciencia y Tecnología para la Sociedad”

Manuel Romana. Premio UPM “Ciencia y Tecnología para la Sociedad”

El Premio ha sido otorgado a Manuel Romana, Profesor en el Dpto. de Ingeniería del Transporte, Territorio y Urbanismo de la ETSI. Caminos, Canales y Puertos. Por destacar en acciones de divulgación científica y tecnológica.

Hablamos con Manuel Romana sobre su trayectoria profesional:

¿Podría describirnos brevemente la actividad que desarrolla?

Mi contribución a la Sociedad, desde la UPM, y como profesor, consiste fundamentalmente en la dedicación desde 2004 al Museo Torres Quevedo y a su potenciación. Hemos pasado de visitas puntuales (menos de 50 personas al año) a más de 2500, y hemos difundido el éxito inventor de Torres Quevedo a través de presencia en exposiciones importantes, presencia en medios y las visitas al Museo.

Entre las exposiciones destacaría dos tres la Biblioteca Nacional, dos en la Fundación Telefónica y otras en el CCCB de Barcelona, en las Arquerías de Nuevos Ministerios, y más en otros entornos de gran protagonismo en la vida cultural. En Medios, hemos sido invitados a programas de gran repercusión, como Cuarto Mileno, en Tele5, por Iker Jiménez, o Por tres Razones (Mamen Asencio) y con Te de Tarde (Julia Varela) en Radio 1, y otras intervenciones en radio y en prensa escrita.

El nuevo Museo, que debemos sobre todo a Francisco Martín Carrasco, que fue su impulsor fundamental e infatigable, nos ha permitido difundir la obra de Torres Quevedo de manera más clara, con más textos y cartelas, con vídeos, y en un formato del siglo XXI.

¿Qué significa para usted este Premio concedido por la UPM?

Para mi el premio es un gran honor y una gran satisfacción. Un gran honor, y no esperado, primero, porque ser uno de los premiados es pasar a pertenecer a una lista de honores, y, segundo, porque los premios con bases conocidas y en competición con otros profesores son un mérito reconocible. Una gran satisfacción, porque es la cristalización de la valoración por parte de la Universidad de un trabajo voluntario, que hago con ilusión, pero que mucha gente pregunta a veces por qué dedico este tiempo a este Museo y a la figura de Torres Quevedo (yo contesto que porque lo merece la causa y la persona).

¿Qué repercusión cree que tendrá este Premio en su trayectoria profesional?

No lo sé bien, la verdad. Significa pasar de una tarea autoimpuesta a una labor reconocida. Eso es valioso, porque hasta ahora se podía pensar que esta era una labor anónima y sin juicio externo, y ese premio significa la valoración de la labor. La tarea es desde siempre muy satisfactoria, porque quienes nos visitan agradecen

¿Qué podríamos destacar dentro de su actividad docente y que le ha llevado a esta distinción?

Yo he sido profesor de Carreteras e infraestructuras, desde 1991. Desde entonces he sido profesor en la UPM, y profesor invitado en otros países, donde he impartido cursos cortos, y otros centros españoles, de los que destacaría una colaboración muy fructífera con la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra durante casi 15 años. También he impartido cursos para profesionales.

Este premio, creo, le recibo por mi presencia en la sociedad, siempre hablando de técnicas y de Torres Quevedo, a través de haber sido miembro del Consejo General del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en dos legislaturas, y con cursos, clases, conferencias, publicaciones, artículos e incluso Twitter, y de lo que he contado anteriormente en la respuesta a la primera pregunta

¿Cuáles son los proyectos que tiene pensado realizar en los próximos años?

Seguir como hasta ahora, e impulsar la presencia de ingenier@s en capos como la gestión de desastres, el patrimonio de las obras públicas y la gestión de las ciudades y sus infraestructuras. Es sin duda una tarea colectiva, pero yo haré mi parte, porque creo que la que permitirá seguir modernizando la profesión.

En la docencia en la Escuela, seguir contando a los estudiantes lo que sé, con la esperanza de que lleguen a amar la profesión como yo lo hago. Ser ingeniero es estupendo, y ser Ingeniero de Caminos maravilloso, y lo digo de corazón. Si vives con esta sensación, las tareas son mucho más ligeras, y sonríes en el trabajo muchas veces. A mi me pasa.